Los glucósidos son un grupo de compuestos orgánicos que se encuentran en abundancia en el reino vegetal. Están formados por una combinación de azúcares simples (glúcidos) y otros compuestos (no glucídicos). Los azúcares envueltos pueden ser la glucosa, la ramnosa, la xylosa, la fructosa o cualquier otro azúcar donde el residuo sea un esterol, un terpeno, una antraquinona u otras sustancias. Unos de estos glucósidos son las glucopiranosas que regulan los niveles de azúcar.
Dos de los glicósidos importantes del zumo de noni son el asperulósido y la acubina. Tradicionalmente, el asperulósido ha sido usado como diurético y para tratar la inflamación, las varices y la flebitis (45). Las investigaciones indican que es un anticlastógeno (previene la rotura de los cromosomas) como resultado de su capacidad antimutágena o por resistencia a la mutación junto con el ADN (46). Y tanto el asperulósido como la acubina tienen actividad antibiótica potente que complementa la actividad de las antraquinonas. El uso tradicional del noni para el tratamiento de la inflamación lo explican ciertos glucósidos que han sido capaces de inhibir la COX-1, una enzima mediadora de respuesta inflamatoria (63).
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