jueves, 14 de abril de 2011

Los terpenos del zumo de noni

Los terpenos son una familia de compuestos que están ampliamente distribuidos en el mundo vegetal. Algunos tienen actividades biológicas mientras otros son usados para diferentes actividades comerciales (compuestos olorosos en perfumes). Son sustancias que aparecen en la mayoría de resinas y aceites esenciales de las plantas. Por ejemplo, los terpenos son los principales componentes en los aceites de los cítricos e incluyen los bioflavoniodes y los carotenoides.

Estas sustancias combaten las infecciones micóticas y bacterianas y hay muchas historias que avalan que los terpenos son útiles en el tratamiento del glaucoma, los síntomas de la esclerosis múltiple, las lesiones espinales y en reducir la severidad de los efectos secundarios de la quimioterapia.

El eugenol es un terpeno muy aromático y a la vez con actividad germicida elevada. Es el principal constituyente del aceite de clavo y es ampliamente usado como analgésico dental (16). El eugenol induce la anestesia del nervio trigeminal, asociado con la neuralgia trigeminal o tic doloroso. Esta enfermedad se expresa como un dolor intenso a lo largo del lado de la cara. El eugenol ha mostrado propiedades antitumorales y, aunque poco se sabe de cómo actúa, los estudios nos revelan interesante información concerniente a su actividad biológica.

Un estudio descubrió que el eugenol relaja la musculatura lisa interfiriendo en la contracción muscular (17). El eugenol también se encuentra en gran variedad de aceites de aromaterapia como el de melisa, mirra, nuez moscada o ylang ylang, todos usados por su acción calmante y reconfortante. Los usos tradicionales de estos aceites pueden ser atribuidos a los efectos relajantes del eugenol sobre la musculatura lisa de nuestro organismo.

Las grasas de nuestro cuerpo (especialmente las de las membranas celulares) se vuelven rancias o se oxidan así como ocurre con los minerales. Los radicales libres son moléculas destructivas que se encuentran en nuestro organismo que causan daño oxidativo a las grasas y se pueden generar por la exposición a compuestos químicos, a fármacos, a radiaciones, a gases y a metales pesados (como el mercurio y el plomo). Esto nos conduce a sensibilidad química, inflamación en los tejidos celulares y sobreestimulación del sistema inmune que genera alergias, etc.

El betacaroteno, otro terpeno, es un carotenoide, un miembro del grupo más extendido de pigmentos naturales. Los carotenos son los más poderosos agentes contra el radical libre del singulete del oxígeno, muchas veces más potentes que la vitamina E.

Los estudios con humanos han demostrado que altas ingestas de betacaroteno estan asociadas a una tasa de cáncer de pulmón, piel, cerviz, tracto respiratorio e intestinal más reducida (18, 19, 20). La razón para esta protección puede ser que el betacaroteno reduce el daño oxidativo de los radicales libres.

Suplementando la dieta con betacaroteno se pueden obtener beneficios adicionales en el sistema inmune. El timo se deteriora gradualmente con la edad y el estrés, principalmente por daño oxidativo. El betacaroteno podría ofrecer protección extraordinaria a la glándula tímica de este daño manteniendo la función inmune óptima. Un estudio del 1985 descubrió que después de una semana de suplementación con betacaroteno (180 mg/día) el número de células T totales había crecido en los voluntarios (21).

El timo, que encontramos entre los pulmones, es importante para nuestro sistema inmune ya que ayuda a producir y distribuir las células T que destruyen los microbios que nos invaden. El timo es muy grande en los infantes y va siendo sustituido gradualmente por grasa y tejido conectivo con la edad.

Por sus propiedades antioxidantes, la presencia de betacarotenos en nuestro cuerpo ofrece protección a las grandes células “come bacterias” del sistema inmune llamadas fagocitos así como incrementa la producción de otras células inmunitarias. Las células “natural killers” que atacan a los tumores son más activas.

El betacaroteno ha sido uno de los compuestos entre los muchos con los que se ha testado si su consumo podría reducir los niveles de colesterol en sangre. Se encontró que reduce significativamente los niveles de colesterol, haciendo de él un importante nutriente para ser incluido en la dieta humana (22). También se ha descubierto que el betacaroteno reduce el riesgo de padecer ataques al corazón en mujeres (23).

El betacaroteno consiste en dos vitaminas A unidas. El enlace puede ser roto en nuestras células dando lugar a vitamina A libre que podrán usar los tejidos. Esta estructura otorga al betacaroteno ser una fuente vegetal de vitamina A eliminando los riesgos del consumo elevado de vitamina A provinente de fuentes animales. De las tres formas en que puede estar presente el betacaroteno, alfa, beta y gamma, la más importante para nosotros es la que da lugar a la vitamina A en el cuerpo humano. De hecho, el betacaroteno genera dos tercios de la vitamina A que necesita nuestro organismo.

La vitamina A es importante para la vista nocturna y para la formación y el mantenimiento del funcionamiento saludable de la piel y las membranas mucosas que constituyen la primera barrera de defensa de nuestro organismo frente a ataques externos. Esta importante vitamina también beneficia al tracto gastro-intestinal, al sistema respiratorio y al tracto genito-urinario (hay que recordar que todos ellos son membranas)(24).

Aparentemente, el consumo de frutas y verduras ricas en betacarotenos debe ser incluido en nuestra dieta. Tomar diariamente zumo de noni será una buena fuente de esta vitamina.

El limoneno, otro terpeno, se está estudiando recientemente si juega algún papel en el alzheimer (25). Los resultados muestran que es eficaz en la mejora de los síntomas de la enfermedad. El limoneno también posee cierto antagonismo a la formación tumoral (26) y a la actividad bacteriana (27).

El ácido ursólico es uno de los componentes desconocidos del zumo de noni. Este terpenoide también es conocido como ursonol o prunol y se encuentra de forma natural en muchos alimentos y plantas medicinales. Durante algún tiempo se ha considerado que no poseía actividad biológica y se usó como emulsionante en fórmulas farmacéuticas, cosméticas y alimentos (28). A pesar de ello, después de numerosos estudios, se ha descubierto que posee actividad medicinal cuando se usa tópicamente (en la piel) y internamente (29). La acción del ácido ursólico es probablemente una de las razones por las que el zumo de noni se comporta tan bien eliminando las infecciones micóticas y los síntomas inflamatorios cuando se aplica tópicamente.

Cuando se aplica ácido ursólico en la piel se inhibe la formación de tumores (30) así como actúa de potente antiinflamatorio. Posee tambien propiedades antialopecia y anticaspa (31). Como el ácido ursólico no es peligroso para el cuerpo humano y ya que reduce la irritación de la piel es considerado por los expertos “dermatológicamente inocuo” (32).

Esta sustancia a remarcar es también antimicrobiana para diversas cepas de staphylococos (33) así como combate las infecciones de la Candida albicans y del Microsporium lenosum (34). Considerando el número de casos diagnosticados de candidiasis y otras levaduras, el zumo de noni, que contiene ácido ursólico y caprílico (otro agente anti-cándida bien identificado), resulta valioso en la dieta de pacientes de este tipo.

Las investigaciones también han demostrado que el ácido ursólico también es útil en la lucha contra la leucemia (35) y contra el SIDA (36) y sus propiedades anti-histamínicas (37) pueden reducir las reacciones alérgicas.

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